viernes, 7 de noviembre de 2008

La atomización del sector, ¿problema para la industria española del vino?

Según informa EFE, el mercado español del vino está muy atomizado, ya que las cinco primeras empresas del sector sólo cuentan con el 17,6% de los 3.798 millones de litros de vino del conjunto del sector en España, mientras que en Estados Unidos la cifra se eleva hasta el 54% y en Australia, al 61%. Esos cinco grupos son, por orden, Grupo García Carrión, Freixenet, Félix Solís, Pernod Ricard y Codorniu, según datos ofrecidos por el director ejecutivo de fusiones y adquisiciones de Rabobank International, François Hunaut. Añadió que, si se tiene en cuenta el poder de distribución de estas empresas, el porcentaje en el caso español se eleva al 24%, pero supone aún la mitad si se compara con el 54% de las estadounidenses, cifra similar a la australiana.

En este sentido, el director general de Rabobank, Carlos Gómez-Arroyo, hizo hincapié en que, aunque la situación financiera actual es complicada, habrá oportunidades claras de alianzas estratégicas o fusiones para consolidar el sector y conseguir una dimensión adecuada para competir en los mercados. 

En la Jornada "Márgenes y Estrategias en la Industria del Vino", organizada por la Federación Española del Vino, el Observatorio Español del Mercado del Vino y Rabobank y que se celebra hoy en Madrid, se puso de manifiesto la necesidad de que las bodegas deben ganar dimensión, crear marcas fuertes y mejorar su capacidad de distribución. 

Hunaut resaltó que para conseguir un buen posicionamiento en el mercado es fundamental contar con tamaño y una amplia línea de productos, porque de esta forma las bodegas tendrán más capacidad para aumentar la capacidad de negociación con la gran distribución, que realiza una gran presión sobre los precios. 

Además, hay que tener en cuenta que, con toda seguridad, esa presión aumentará a tenor de la situación económica actual, comentó la analista de alimentos y agroindustria de Investigación de Rabobank, María Castroviejo. 

Para hacer frente a una distribución cada vez más concentrada es preciso contar con volumen y con marcas fuertes que puedan competir a nivel internacional. 

Este panorama ya se perfiló hace años y se animaba a las bodegas a seguir la senda de las fusiones o adquisiciones, sin embargo, en los últimos años no se han producido apenas operaciones de importancia tendentes a la consolidación o mayor tamaño de las empresas. 

La mayoría de las operaciones realizadas desde 2002, recordó Gómez-Arroyo, se han centrado en empresas con un valor de 10 millones de euros, y ha habido poca participación de los fondos de capital de riesgo (private equity) en estos negocios. 

Castroviejo señaló que, además, ha habido pocas entradas o casi ninguna de grandes grupos internacionales en España, porque "habría que adquirir 25 compañías para estar en posición de liderazgo", y volvió a incidir en el problema de la gran atomización del sector que hace "tan complicadas las inversiones extranjeras en el sector del vino". 

Además, hay que tener en cuenta que los inversores no sólo compran una marca, sino el poder de la distribución y en España ese poder es "muy débil". 

Por ello, Castroviejo recomendó realizar inversiones, si son de pequeña cuantía, en el segmento de vinos superpremium, de más de 36 euros la botella, porque es el segmento que "está más estable" y no va a generar al empresario mayores quebraderos de cabeza. 

No obstante, si se trata de una empresa que cuenta con financiación de más de 500 millones de euros la mejor apuesta sería desarrollar el segmento de vinos medios (de entre 12 y 36 euros) o en el básico (de menos de 12 euros), que es el segmento "donde queda más por hacer", tanto de cara al cliente final como para llegar bien a la distribución.

¿Crees que es la vía de las fusiones una solución para la industria española del vino? ¿No es el mercado del vino un mercado en el que precisamente se valoran los pequeños descubrimientos, y en el que cada consumidor tiene derecho a elegir su universo de vinos y no limitarse a 10 grandes marcas? En mi opinión el vino no es Coca Cola, y su encanto como producto radica en la diferenciación y en la hermosura de lo pequeño, a pesar de todo lo que quiera contarnos la Federación Española del Vino, entidad gestionada prácticamente en exclusiva por los 5 grandes operadores nacionales, y siempre bajo sospecha en todas sus actuaciones.

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