De SGAEs, ministras y gurús
La reciente remodelación gubernamental llevada a cabo por el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ese leonés, nacido en Valladolid, que afirma sin rubor que Andalucía es la región más extensa de España, ha traido una sorpresa, curiosamente no filtrada a la prensa, que ha hecho saltar la polémica.
Esa polémica es el nombramiento de Ángeles González-Sinde como ministra de Cultura, básicamente conocida por ser la dirigente del sindicato de la ceja, y por su hábil manejo de la pluma al escribir obras maestras de la literatura y el séptimo arte como el guión de "Mentiras y gordas", último éxito de la potente industria del cine español.
No voy a ser yo quien recoja aquí las numerosas declaraciones de la nueva ministra en las que hace gala de su absoluto desconocimiento de la nueva realidad que supone la democratización de la distribución de conocimiento y cultura a través de internet, ni de su atadura casi feudal a la SGAE, esa desfasada y descontrolada creación de otros tiempos, que defiende tan sólo a un sector muy pequeño y conservador, y no precisamente el más creativo, de nuestra cultura.
Y ya no sólo por ineptitud, sino por falta de independencia en sus funciones, es un nombramiento totalmente inadecuado. No es de recibo que la titular del ramo, cuya función básica es la de repartir subvenciones entre el sindicato de la ceja para permitir que vivan como millonarios los empleados de una industria absolutamente ruinosa y sin ideas, habituada a vivir apesebrada, como es la del cine español, tenga intereses familiares y empresariales en el mismo.
En fin, parece que la aventura no va a durar demasiado, de hecho ya se alzan voces en contra de tanto desconocimiento en el seno del mismo gobierno, al menos por parte del ocurrente ministro de Industria, Miguel Sebastian.
Por otra parte, dentro de esta polémica entre gobierno y usuarios de internet, es reseñable la habilidad de alguno de los gurús del dospuntocerismo en liderar y capitalizar de manera personal el movimiento. Enhorabuena a los premiados.
ACTUALIZACIÓN: El ocurrente Miguel Sebastián de momento no ha dicho nada, simple cagadita de la fuente, ya sabéis, los gurús son así.
Esa polémica es el nombramiento de Ángeles González-Sinde como ministra de Cultura, básicamente conocida por ser la dirigente del sindicato de la ceja, y por su hábil manejo de la pluma al escribir obras maestras de la literatura y el séptimo arte como el guión de "Mentiras y gordas", último éxito de la potente industria del cine español.
No voy a ser yo quien recoja aquí las numerosas declaraciones de la nueva ministra en las que hace gala de su absoluto desconocimiento de la nueva realidad que supone la democratización de la distribución de conocimiento y cultura a través de internet, ni de su atadura casi feudal a la SGAE, esa desfasada y descontrolada creación de otros tiempos, que defiende tan sólo a un sector muy pequeño y conservador, y no precisamente el más creativo, de nuestra cultura.
Y ya no sólo por ineptitud, sino por falta de independencia en sus funciones, es un nombramiento totalmente inadecuado. No es de recibo que la titular del ramo, cuya función básica es la de repartir subvenciones entre el sindicato de la ceja para permitir que vivan como millonarios los empleados de una industria absolutamente ruinosa y sin ideas, habituada a vivir apesebrada, como es la del cine español, tenga intereses familiares y empresariales en el mismo.
En fin, parece que la aventura no va a durar demasiado, de hecho ya se alzan voces en contra de tanto desconocimiento en el seno del mismo gobierno, al menos por parte del ocurrente ministro de Industria, Miguel Sebastian.
Por otra parte, dentro de esta polémica entre gobierno y usuarios de internet, es reseñable la habilidad de alguno de los gurús del dospuntocerismo en liderar y capitalizar de manera personal el movimiento. Enhorabuena a los premiados.
ACTUALIZACIÓN: El ocurrente Miguel Sebastián de momento no ha dicho nada, simple cagadita de la fuente, ya sabéis, los gurús son así.
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